Hola mi nombre es David Vega y os voy a contar mi historia fallera, vista de un canario.
Casi cuatro años hace que pisé por primera vez Valencia. Una ciudad que no conocía y me impactó desde el momento en que la vi. Como canario novato en la ciudad tuve que aprender la cultura valenciana, la lengua valenciana, las tradiciones locales, el almuerzo, las expresiones populares y sobre todo, para mi, la corona del pueblo valenciano, las fallas.
El haber llegado a Valencia en prefallas fue una señal que puede que no entendiera o no prestara atención, pero fue algo que me impactó muchísimo. No entendía por qué se quemaba un monumento, por qué existían los casales, por qué la mascletà era algo que no te podías perder… Así que como un camaleón… me camuflé y adapté al entorno. No fue nada difícil, ya que venir de unas islas donde poco se habla de Valencia, o de otra ciudad, sino de cultura general y poco más, pues ha hecho que conocer todo me hiciera sentir como un niño con un regalo de Reyes nuevo.
El paso de los años conociendo a gente, la ciudad y la cultura ha hecho que ya forme parte de de mi, pero que diera el paso a meterme en una comisión, dentro de un Casal con gente de barrio y amigos de “tota la vida”, ha sido la cúspide de lo que yo aspiraba en la ciudad. Por lo que considerarme no sé si el primero o uno de los primeros canarios en ser fallero, hace que me sienta más orgulloso, ya que cuando me compre mi primer traje de Fallero me dijo la vendedora: ¡es la primera vez que vendo un traje a un canario! Así que es todo un orgullo convertirme en el #canariofallero.
Pero no todo acaba ahí, ya que tal ha sido mi acogida en mi comisión la Falla Trinitat Alboraya, que me propusieron ser el delegado de infantiles, y con mucho orgullo lo acepté. Ya no es vanidad u orgullo propio, es orgullo hacia mi tierra y mi forma de ser que ha hecho que un grupo de valencianos me hayan aceptado y acogido con tanto cariño desde el día que pisé el Casal. Por lo que mi aceptación no fue por mi, sino por ellos.
Desde entonces me vuelco día a día por hacer lo que un delegado de infantiles le toca, por comentar y opinar en la junta de mi falla, y acudir a las reuniones de mi agrupación. Así que si contamos todo lo que un fallero conoce o sabe de toda su vida, yo he hecho un máster intensivo de “Cómo ser un buen fallero si eres de fuera”. Por lo que haber hecho este curso intensivo hace que cada día aprenda más y quiera saber ¡más que nadie! Pero con mucho cariño y respeto a una tradición, una fiesta y una cultura que le da la esencia a la ciudad que me ha acogido y arropado, con la senyera como manto y a sus habitantes como parte de mi entorno.
Gracias a todas y todos las valencianas y los valencianos por hacer que un canario disfrute de unas fiestas que aunque no las lleve en la sangre, las lleva en el corazón.